Y tú, ¿Cueces o enriqueces?

personas de cartón, mejor campaña publicitaria del año

Artículo de Mario Sánchez del Real para Anuncios.

Con la primavera llegan siempre tiempos de cambio, no hablo ya tanto de política, que también a vista de lo acontecido, sino de encontrar un momento para reflexionar sobre lo que hacemos, cómo y porqué lo hacemos.

Coincidiendo con los festivales de publicidad, no puedo dejar pasar la ocasión de hablar de la inverosímil forma en la que veo que se está enfocando nuestro negocio en general y en estas fechas, en particular. 

La idea de volver a ver campañas extrañas a nuestros ojos, sencillamente porque nunca vieron la luz, o imágenes gráficas tan bellas como inéditas, volverán a ser la mayoría de lo que encontraremos en las próximas semanas y esto, es preocupante. Quizás a alguno ya ni le importe, porque forma parte del paisaje habitual, pero a mi sí.

Aunque hay cosas aún peores que hacer un truchito mal cocinao. Es peor hacerlo voluntariosamente para una ONG y olvidarse de ello inmediatamente después de los festivales. Para ejemplo, un botón, el video de iCONGO- La Confederación India de ONG’s, enviado al mismísimo Terry Savage , el Chairman de los Lions festivals, para pedirle formalmente que, ya que en época de caza de leones se multiplican las ayudas a la India, que por favor haga el festival trimestral y así todos contentos, ellos más leones y las ONG’s más dinerito. Pongo el link para el que no lo haya visto aún, porque de verdad que no tiene desperdicio: www.youtube.com/watch?v=KW1AlvBFTww

Estas cosas no molan, no nos deja muy bien parados al menos en lo que a moral se refiere y se me hace bola pensar que nos conformamos con nuestra egoísta recompensa, quitándoles a los demás algo de esperanza. Feo. Aquí nacen los clichés de egocentrismo de esta profesión llevada al extremo.

Como no quiero sermonear mucho, vuelvo a la cocina. Ahora que está tan de moda el rollito este de cocinarlo todo de formas raras, raras, raras, y se habla de “deconstrucción, gelificar” o “esferificación”, como si de churrerías Pérez se tratara. La gran pregunta es si ¿cocemos o enriquecemos nuestras campañas?, como aquel famoso claim del Avecrem. Más aún, y si lo hacemos ¿enriquecemos con nuestro trabajo las campañas y forma de comunicar de nuestros clientes?, o ¿nos enriquecemos (no literalmente) a nosotros mismos?, ¿a nuestros ya “clicheados” egos?.

El conocido chef Ferrán Adrià, se alejó de la cocina más convencional, no quiso que en el Bulli se comiera lo mismo de siempre y mucho menos hacer cocina convencional. Decidió usar una nueva técnica, la deconstrucción, que se parece bastante a la publicidad, la verdad.

Básicamente en una deconstrucción se trata de conseguir que el comensal no reconozca el plato por los ojos, pero sí a través del gusto. Los sabores y los ingredientes se mantienen, pero no las texturas y las formas, y así hacer que todo cambie, aún siendo en el fondo lo mismo. ¡Mucha publi de la buena ha visto este grande!. Bendito loco Ferrán, Director General Creativo de honor.

No tenemos un día de reflexión como en las elecciones, pero si lo tuviéramos, no creo que hubiera duda, por mayoría absoluta debería de salir el NO, el “NO chef, no enriquecemos”, “cocemos a fuego lento el cocido de siempre. La modernidad, innovación y creatividad gastronómica la dejamos para los festivales”.

¿Hasta cuando durará esta suerte de cocido tradicional por parte de las agencias y clientes? ¿Cuando seremos capaces de conjuntamente encontrar salida a las buenas ideas y que estas sean el tronco central de las acciones de campaña?, y no el “vamos a hacer lo que tenemos que hacer”, y lo de la innovación.., hoy no, mañana…(Entónese esto último como José Mota, por favor).

¿No sería la mejor candidatura a elegir, una en la que pudiéramos llevar a cabo aquellas propuestas en las que realmente creemos?, una en la que los clientes sepan que trabajando en equipo y confiando en la creatividad, se llega más lejos y se es más eficaz. Un plato de nueva cocina moderna, en que las agencias encuentren satisfacción en el propio trabajo del día, en el que los condimentos y sabores de los propios proyectos estén por encima de los case studies? Pues eso…

Por cierto mi admirado Ferrán, aunque en mi caso me guste más enriquecer que cocer, me quedo con un buen chuletón de Ávila, con sal gorda y patatas que parecen patatas. Sorry.

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